ENTREVISTA A CASILDA VARELA
AMPUERO
Entrevistamos
a Casilda Varela Ampuero, hija del Excmo. Sr. Don Enrique Varela Iglesias, Alto
Comisario de España en Marruecos (1.945-1.951),
que fue muy querido y apreciado tanto por españoles como marroquíes; y
de Doña Casilda Ampuero y Gandarias, perteneciente a una notable familia vasca de
Neguri y destacados empresarios y financieros. En el año 1.977 contrae
matrimonio con Paco de Lucía, del que
tuvieron tres hijos. Veinte años después se divorciaron, aunque siguieron
manteniendo unas muy cordiales relaciones.
Queremos
agradecerle a Casilda la su acogedor
recibimiento y su disposición para la entrevista, que se celebra en su encantador chalet de
Mirasierra, acompañados de su no menos encantadora hija Lucía, y después de una amena charla con la comparsa de unos deliciosos té con
hierbabuena.
P.- Al
primer colegio que asististe, obviamente, sería en Tetuán ¿Recuerdas el nombre
del colegio y a algunas de tus amigas de esa época?
R.- Mi
primer colegio-guardería fue la Alta
Comisaría, un mundo mágico para una niña con fantasía y curiosa como era mi
caso; así que no asistí al colegio hasta llegar a Madrid.
P.- ¿Tu
niñez en Tetuán fue feliz o, tal vez, las exigencias del protocolo y de seguridad te impedían jugar libremente con tus amiguit@s?
R.- Mi
niñez fue atípica. De mis tenues
recuerdos precisamente el concepto de niña “distinta” fraguó en mi
subconsciente. Recuerdo la Jaima de Río Martín, donde jugábamos en una “jaula
de oro” y los niños nos miraban desde
fuera…Los coches oficiales en los que viajábamos rodeados de motoristas… y
tantas cosas que otros niños no tenían. La verdad, cuando eres una niña de
apenas 5 años lo distinto te agobia.
P.-Tu
padre, a quien el mismísimo Franco respetaba y hasta temía, y que tuvo el atrevimiento de pedirle su
dimisión y que restaurara la monarquía con Don Juan de Borbón como rey, no sé
yo por qué, pero tengo la impresión de que era todo un padrazo ¿o me equivoco?
R.- Mi padre era mi ídolo. Todavía recuerdo
cuando aparecía por el pasillo y venía hacia mi cuarto llamándome chati,
monati o rati. Era muy gaditano, vivo de genio y al mismo tiempo alegre
y cariñoso. No mires a las lechuzas que da mala suerte, me decía porque yo
tenía fijación por una que solía ponerse en un árbol del jardín del palacio de Tánger… Pocos
recuerdos pero cimentando la seguridad en una niña que se sentía querida y
protegida.
P.- En
Londres, en 1.972, conocí a tu tío materno, Don Pedo Ampuero y Gandarias,
entonces Consejero del Banco de Bilbao, y puedo asegurarte que era un perfecto
caballero, encantador y de trato muy afable ¿Tenía también tu madre tan buen
carácter como su hermano Pedro?
R.-
Sí, mi madre también tenía muy buen carácter, era una
persona con gran sentido del humor, inteligente y muy culta
P.-
Creo que aún no habrías cumplido los seis años cuando sufriste el duro golpe de
la prematura muerte de tu querido padre
(había sobrevivido a seis heridas graves de guerra y una “simple” y traicionera
leucemia se lo llevó). ¿Recuerdas cómo viviste aquel inesperado y triste acontecimiento?
R.-
Era yo muy niña y apenas recuerdo su
muerte. Fue en Tánger, era Semana Santa y estábamos de
vacaciones en el Palacio del Monte, y allí llegó la leucemia con su guadaña… Recuerdo el barco
que nos trajo a Algeciras y el entierro en San Fernando. De todas formas suelen confundirse los recuerdos con lo que
te cuentan o, posteriormente, lees en los periódicos.
P.-¿En
qué fecha abandona tu familia Marruecos
y en qué lugar de España os instalasteis?
R.-
Apenas muere mi padre abandonamos Tetuán y nos trasladamos a Cádiz. Recuerdo un
largo luto y mi madre, desconsolada, no paraba de recibir constantes visitas de
españoles, marroquíes y hebreos.
P.- Ya
de jovencita –no sé de dónde te vino la vena flamenca- hiciste tus pinitos como
bailaora ¿por qué y cuándo abandonaste esta vocación?
R.- A
mí siempre me gustó el flamenco. Creo
que inconscientemente era un cordón
umbilical con mi padre, que ya con 2 años me compró un traje rojo y casi das las noches me ponía El
Amor Brujo, de Falla y me hacía bailar. Y ya en la Facultad de Derecho
formamos un grupo de baile, con el que estuvimos unos años viajando, bailando y
soñando…Maravillosos recuerdos.
P.-
¿Cómo y cuándo conociste a Paco de Lucía, fue amor a primera vista?
R.- A
Paco le conocí en unos estudios donde yo ensayaba con mi profesora Regla
Ortega. Enseguida se creó una impresionante afinidad mental. Éramos los mejores
amigos y cómplices. Luego derivó en otro
sentimiento, consistente por tener la premisa de la complicidad bien
consolidada. Éramos dos atípicos, cada cual en su mundo… niña atípica, joven
atípica, y Paco era un joven con una impresionante fuerza interior.
P.- Tú
eras consciente de que tu relación con Paco no iba a tener el visto bueno de tu
madre y, haciendo caso omiso a sus consejos, os casasteis en Ámsterdam. ¿Te has
arrepentido alguna vez de no haberle hecho caso a tu madre?
R.-
Nunca me he arrepentido de que Paco estuviera en mi vida. Como amigo, marido y
padre. Nunca se acabó la complicidad, incluso después de nuestra separación.
Las situaciones legales no son lo más importante, y después de convivir 28 años
es lógico que ciertas sinergias te encadenen sutilmente.
P.- Uno
de mis muchos destinos en el Banco de Bilbao fue Algeciras, y allí conocí a
Paco de Lucía cuando tendría unos 19 años. En alguna que otra juerguecita
flamenca tuve el placer de disfrutar de su incomparable arte, pues ya a tan
temprana edad era genial. Tímido,
desprendido y buena persona, aunque como todo genio, indomable y algo
imprevisible. Imagino que la convivencia con Paco no tendría que haberte sido
nada fácil…
R.-Las
convivencias siempre son difíciles… con amigos, parientes… Paco no era
complicado en su trato, aunque se sumía en grandes situaciones de
ansiedad, debido muchas veces, la necesidad
que él sentía de crear permanentemente, el
acelerado ritmo de vida por sus constantes viajes, giras… Siempre buscaba la paz interior y el
mar era su mejor aliado.
P.-
Tengo que felicitarte muy efusivamente por el premio Goya concedido este
año a la Mejor Película Documental:”
Paco de Lucía – La búsqueda”, basada en
la vida artística del genial músico y dirigida por vuestro hijo Curro. Tienes motivos para estar muy
orgullosa de ambos…
R.- Curro
ha hecho una gran labor de investigación, una difícil labor dadas las
circunstancias. Y sí que me siento
verdaderamente orgullosa. Paco y yo somos los productores, pero es Curro el
artífice de esta aventura.
P.- Sé
que recientemente habéis hecho la presentación del documental de Paco de Lucía
en Miami, U.S.A. Supongo que sería un éxito ¿qué puedes decirnos sobre el
particular?
R.- La
película está teniendo una muy buena acogida tanto en España como en el
extranjero, a cuyo éxito también contribuye
la figura universal de Paco.
P.- De
los innumerables e importantes premios, tanto nacionales como internacionales,
que obtuvo Paco de Lucía destacaría, sin
dudarlo,
el Premio Príncipe de Asturias de las Artes,
que le fue concedido en el año 2004 ¿Es
cierto que desde entonces mantenía unas excelentes relaciones con el Príncipe
Felipe, hoy Rey de España?
R.- No,
él no tenía relación con el rey.” El Príncipe de Asturias” sí que le hizo mucha
ilusión, pero no era persona que viviera pendiente de premios. Era tímido y
sufría con los actos glamurosos .Don Felipe estuvo muy cariñoso con nosotros en
su fallecimiento.
P.-
¿Crees que Paco llegó a sentirse tan importante como lo era en realidad, que se le consideraba, en su género, uno de
los mejores de la historia?
R.-
Paco sí se consideraba el número uno,
era difícil no saberlo, pero no le creció la nariz ni se le agrandaron las
orejas… siguió siendo como era. Muchas veces echaba de menos una mayor
competencia que le hubiera obligado a un mayor esfuerzo. Él siempre quería más.
P.-
La línea 9 del metro de Madrid va a inaugurar, precisamente cerca de tu casa,
una nueva estación con el nombre de Paco de Lucía ¿Has tenido tú algo que ver
con este tema o ha sido iniciativa de la
CAM?
R.-
Creo que ha sido exclusivamente una iniciativa administrativa dada la
relevancia del personaje y, entiendo, que
en la elección de la zona habrá influido el que vivió
los 20 años que estuvimos casados
en Mirasierra.
Paco
Sánchez –Paco de Lucía- un hombre de humilde cuna, que con su arte –mezcla de
Arte y Magia- llegó a convertirse en una
relevante estrella universal de la música, admirado en el mundo entero,
falleció de un infarto en Méjico el 27
de febrero de 2014 cuando sólo contaba 66 años de edad. Descanse en paz.
Julio Liberto
Corrales
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